Archivo diario: 20/05/2010

Estenosis Laríngea

La estenosis laríngea se define como un estrechamiento de la
endolaringe ya sea congénito o adquirido. Se dividen por la
localización anatómica en supraglóticas, glóticas y subglóticas,
y por su extensión en completas e incompletas.
Los diafragmas (webs) representan el 5% de las anomalías
congénitas, el 75% de las cuales son glóticas.
1. La exploración debe incluir fibroscopia y endoscopia rígida
bajo anestesia general, que permite la evaluación de la supraglotis,
la glotis y la subglotis. Deve evaluarse:
• Estudio del grosor, la longitud y la extensión de la estenosis.
• Determinación del tamaño de la obstrucción y del tubo
endotraqueal.
• Evaluación de reflujo gastroesofágico.
• Valoración del estado vocal.
2. La exploración radiológica incluye la evaluación lateral de
cuello y del tórax, la tomografía computarizada (TC), la resonancia
magnética (RM) y las pruebas de función pulmonar.
3. En el tratamiento de las estenosis es básica la prevención:
selección de un diámetro adecuado del tubo endotraqueal,
sedación, y evitar intubaciones prolongadas, disecciones agresivas
y traqueotomías altas.
4. El tratamiento médico de soporte incluye la administración
de oxígeno humidificado y corticoides, el tratamiento del
reflujo gastroesofágico y la inyección de corticoides en la cicatriz
y por inhalación.
5. No precisan tratamiento los diafragmas anteriores de menos
de 2-3 mm que no provocan síntomas. Los diafragmas muy
finos se someten a lisis con láser, dilatación con dilatadores
redondos lisos y administración de corticoides sistémicos. Los
diafragmas delgados se tratan con láser de C 0 2 . Los pacientes
adultos toleran bien las quillas en las estenosis anteriores. Las
posteriores se incinden,y si recidivan se usa el método abierto.
6. Las estenosis glóticas se tratan con laringofisura con injerto
y colocación de quilla o stent. Los diafragmas congénitos gruesos
necesitan traqueotomía en el 40% de los casos y método
abierto para su corrección.
7. Las estenosis subglóticas se clasifican en: grado I, <50% de
obstrucción; grado 11,50-70% de obstrucción; grado 111,71-99%
de obstrucción, y grado IV, obstrucción completa.
Las estenosis subglóticas blandas pueden responder a las
dilataciones. Las escisiones de la cicatriz con cauterio o criocirugía
no consiguen buenos resultados. Se emplea el láser en
las estenosis tempranas con granulaciones.
El tratamiento endoscópico no es útil en caso de cicatriz circunferencial,
tejido cicatricial de más de 1 cm de grosor, infección
bacteriana grave, exposición de pericondrio o cartílago tras
utilizar el láser o fallo de tratamientos endoscópicos previos.
8. Las estenosis subglóticas de grados III y IV requieren métodos
abiertos. Los grados I y II pueden responder a tratamientos
endoscópicos, pero a menudo se benefician de los métodos
abiertos. Las técnicas de expansión son: la división del cricoides,
el injerto y los stents.
En las estenosis congénitas se efectúa la división del cricoides;
en la estenosis anterior localizada, los injertos, y en las
estenosis localizadas glóticas o subglóticas con pérdida del
soporte del cartílago laríngeo se indica la división posterior. El
cartílago de costilla es el mejor para aumentar el cricoides. Los
stents más utilizados son el tubo endotraqueal y el molde de
silicona o de teflón.
Los métodos abiertos se practican en la unidad de cuidados
intensivos. Se administran corticoides, doping pulmonar y humidificación
tras la extubación. Se efectúa una endoscopia previa a
la extubación. Las quillas se mantienen 2-4 semanas, el sfent de
tubo endotraqueal se retira a los 7 días,y se aplica un injerto a los
14 días. Hay que estar atento a la posible aparición de neumotorax
y hematoma. Se administran antibióticos y medicación antireflujo,
se efectúa una endoscopia periódica y hay que procurar
evitar la administración de bloqueantes musculares.
La combinación de estenosis glótica y subglótica tiene
peor pronóstico que la glótica sola. Las estenosis glóticas tienen
un pronóstico mejor que las estenosis de otras localizaciones.
La calidad de la voz varía con el grado de estenosis y con
el método usado, pero no suele mejorar mucho. La división
anterior del cricoides produce una mejoría superior al 70%
(descanulación). Las resecciones cricotraqueales y las anastomosis
producen una alta tasa de descanulaciones.

OTORREA Y OTORRAGIA

Otorrea y otorragia son signos muy poco específicos que se
repiten en procesos de distinta etiología. La historia clínica y
la exploración son fundamentales para establecer una orientación
causal. Los antecedentes (traumáticos, infecciosos, enfermedades
debilitantes), la edad, la cronicidad o no del proceso,
presencia o ausencia de otalgia y el tipo de hipoacusia son elementos
muy valiosos en el diagnóstico.
La exploración sigue la sistemática en otorrinolaringología:
otoscopía a través de microscopio para facilitar el aspirado
de las secreciones y toma de muestra.
Como pruebas complementarias son de utilidad la tomografía
computarizada (TC) en caso de patología tumoral, traumatismos
craneoencefálicos y complicaciones de patología
infecciosa.
La toma de muestra para cultivo y el antibiograma se
reservan para casos resistentes al tratamiento, y aun así exigen
una adecuada interpretación, debido a la frecuente contaminación
por gérmenes saprofitos del conducto auditivo externo
(CAE). Se realiza una gammagrafía en caso de otitis externa
maligna.
1. Los traumatismos son la causa más frecuente de otorragia.
Algunos traumatismos por impacto sobre el mentón presentan
otorragia por desgarro de la piel del CAE, arrastrada por el
cóndilo mandibular. Hay que valorar una posible fractura de la
articulación temporomandibular.
Generalmente, son las fracturas longitudinales del temporal
las que producen otorragia, facilitada por el desgarro timpánico.
Es necesario investigar la presencia de otolicuorrea
oculta en la otorragia. Las fracturas transversales del
peñasco suelen ser más graves, pero no se acompañan de otorragia
sino de hemotímpano. Hay que explorar el nervio facial
y la audición.
En el caso de rotura timpánica por lesión directa o barotrauma,
lo habitual es la resolución espontánea (en algunos
casos se utiliza gelita par facilitarla). Si en unos meses no cierra.
debe plantearse la reparación quirúrgica. La valoración de la
cadena osicular es fundamental.
2. Se efectúa biopsia en caso de tumoraciones sospechosas de
neoplasia o en granulomas o pólipos diagnosticados en otros
procesos otíticos pero resistentes al tratamiento, como otitis
externa maligna, colesteatoma o tuberculosis. Pueden presentarse
en forma de otorragia o de otorrea sanguinolenta.
3. El glomus raramente se presenta con otorragia.
4. La otitis externa es causa común de otorrea. Se sospecha
otitis externa maligna si no se observa mejoría clínica tras el
tratamiento, o incluso se produce un empeoramiento local y
del estado general (paciente debilitado, diabético, inmunodeprimido,
anciano).
5. En la otitis media aguda (OMA) la otorrea puede mostrar un
aspecto sanguinolento. El CAE puede afectarse secundariamente
por irritación de las secreciones procedentes del oído medio.
En el lactante las manifestaciones clínicas generales son
intensas, desproporcionadas respecto a las manifestaciones
locales, que son menos llamativas. El signo del trago puede ser
positivo.
6. Las otorreas recurrentes se relacionan con procesos infecciosos
de vías respiratorias superiores o la entrada de agua en el oído.