Archivo diario: 29/05/2010

SINUSITIS CRONICA

La sinusitis crónica es la inflamación de la mucosa nasal y de
los senos paranasales de al menos 12 semanas de duración.
1. La rinorrea es el signo mayor; además se observa obstrucción
nasal, cefaleas y algias faciales, hiposmia, cacosmia, tos y carraspeo.
Son importantes los antecedentes de sinusitis, prurito nasal,
estornudos y tratamientos previos médicos o quirúrgicos.
2. La rinoscopia anterior y posterior y la endoscopia nasal
muestran una mucosa y cornetes congestivos, con secreciones
seromucosas, verde amarillentas, a veces con estrías de sangre,
pólipos, secreciones en la pared posterior de faringe e hipertrofia
turbinal inferior.También pueden evidenciar desviación septal
con contacto turbinal, sinequias y tumores. Puede haber
hipersensibilidad de la cara en los puntos sinusales. El examen
de las piezas dentarias, para detectar una comunicación oroantral
y el examen de la faringe y el cuello apoyarán el diagnóstico.
3. Como prueba de imagen se practica la tomografía computarizada
(TC). Son pruebas nasales útiles la citología del moco,
la rinomanometría, la olfatometría y el test de provocación
nasal. Otras pruebas generales útiles son: RAST, prick test, IgE,
IgG, IgA, IgM, motilidad ciliar y estudio del complemento.
4. El diagnóstico es clínico, endoscópico y tomográfico; el
resto de las pruebas ofrecerán un diagnóstico etiológico.
5. La exploración física, la endoscopia y la TC mostrarán alteraciones
locales. Entre los factores anatómicos destacan las alteraciones
del desarrollo, como hipoplasia del seno maxilar, cornete
medio bulloso, desviación septal, obstrucción del meato
medio o sinequias. Entre los neoplásicos destacan los tumores
benignos (papiloma) y malignos (carcinomas). En la disfunción
mucociliar no intervienen alteraciones anatómicas, pero sí en
la viscosidad del moco y su barrido hacia la faringe.
6. Un 40% de los pacientes con alergia sufren sinusitis crónica.
Se deben estudiar los desencadenantes o alérgenos y confirmarlos
con los prick test y RAST. Los pacientes con inmunodeficiencias
congénitas o adquiridas, como infectados por el VIH y
trasplantados, mostrarán una evolución tórpida. Las alteraciones
genéticas como la fibrosis quística se diagnostican por el
test del sudor. La disfunción mucociliar se diagnostica por
biopsia de mucosa del cornete con microscopía electrónica.
Entre los factores endocrinos destacan el embarazo, el uso de
anticonceptivos orales y el hipotiroidismo. Debe investigarse
la existencia de rinitis colinérgica frente a la hidrorrea y la obstrucción
nasal, con pruebas de IgE y eosinofilia negativas.
7. Al estudiar los factores ambientales hay que recordar que la
flora es polimicrobiana, por lo que se debe efectuar punción
del seno maxilar o tomas en el meato medio, con cultivo bacteriológico
con antibiograma y micológico. En los pacientes
inmunodeprimidos se debe sospechar micosis. En pacientes
que asocian poliposis, rinorrea con cristales de Charcot-Leyden
y eosinófilos, hay que descartar una sinusitis crónica fúngica
alérgica. La polución ambiental, los agentes químicos o el
humo de tabaco provocan irritación y favorecen la hiperreactividad
a alérgenos. Entre los factores medicamentosos destaca
el uso prolongado de medicación vasoconstrictora, antiinflamatorios
no esteroideos (AINE) e inhibidores de la enzima de
conversión de la angiotensina (iECA). Entre las adicciones, el
consumo de cocaína es un factor de riesgo.También lo son las
alteraciones anatómicas producidas por traumatismos, como
laterorrinias o rinocifoscoliosis, así como cirugías previas sobre
los cornetes, tabique y senos paranasales.
8. La alteración del tabique y de la pirámide nasal se tratan
con rinoseptoplastia. La hipertrofia turbinal precisa la reducción
de cornetes. La cirugía endoscópica nasal permite mejorar
la ventilación y el drenaje de los senos paranasales. En la disfunción
mucociliar la cirugía mejora el drenaje de las secreciones,
con meatotomía inferior amplia. El tratamiento de las neoplasias
depende de la histología, la extensión lesional y la
necesidad de tratamiento complementario con quimioterapia
y radioterapia.
9. El tratamiento médico consiste en la administración de antihistamínicos,
corticoides tópicos,antileucotrienos einmunoterapia.
En las inmunodeficiencias se sugieren tratamientos quirúrgicos
en caso de complicaciones, antibióticos de amplio espectro
y control de la enfermedad de base.
10. En las sinusitis crónicas bacterianas se realiza cirugía endoscópica
nasal, con la administración de antibióticos según el cultivo
y el antibiograma. Es necesario el tratamiento de los factores
desencadenantes.
En las sinusitis micóticas en pacientes inmunocompetentes
es necesario el desbridamiento del seno afecto para favorecer el
drenaje y la ventilación. En la sinusitis crónica fúngica alérgica
hay que agregar corticoides locales. En pacientes inmunodeprimidos
se añadirán antifúngicos parenterales (anfotericina B).
11. Frente a los factores ambientales es necesario suprimir la
exposición y usar medidas de protección (máscaras). Se suspenderá
la administración de fármacos y se procederá a aplicar
corticoides tópicos. En las adicciones el tratamiento es conductual,
con higiene nasal y tratamiento quirúrgicos de las complicaciones
cuando mejore el hábito.
12. Se procede a la corrección quirúrquica de las secuelas
traumáticas cuando sea necesario, mediante el procedimiento
más adecuado. Las secuelas debidas a cirugías previas se abordarán
tras analizar los hallazgos de la TC, la endoscopia y el protocolo
de cirugía anterior, dado que estos procedimientos son
más complejos y pueden requerir el uso de un navegador.

SINUSITIS AGUDA BACTERIANA

1. Las sinusitis agudas presentan manifestaciones clínicas
variadas que pueden hacer difícil distinguirlas de otros cuadros
de vías altas o rinitis alérgicas. Destacan la cefalea, el dolor
facial espontáneo o a la presión sobre los senos implicados,
que puede alterarse con el cambio de posición de la cabeza
(duele más el frontal en decúbito y el maxilar en bipedestación),
el dolor dental, la rinorrea y la congestión nasal.
2. En los niños, el diagnóstico de la sinusitis bacteriana se
establece por las manifestaciones clínicas: rinorrea, tos fundamentalmente
nocturna, halitosis, fiebre y edema periorbitario
que se mantiene más de 10 días. La radiología simple es muy
inespecífica, por lo que no debe realizarse.
3. En la exploración, la endoscopia nasal puede evidenciar la
salida de pus del meato medio, q u e se correlaciona muy bien
con la presencia de sinusitis bacteriana. La radiología simple es
poco esclarecedora, siendo útil sólo si muestra un nivel hidroaéreo
o una veladura completa. En general es una exploración
que hay que evitar. La tomografía computarizada (TC) es la
prueba más fiable, si bien se reserva para los casos graves,
cuando se valora la posibilidad de que se presenten complicaciones
o ante la persistencia de las manifestaciones clínicas.
4. La mayoría de las sinusitis agudas son víricas, siendo con
frecuencia el primer paso de las sinusitis agudas bacterianas
los cuadros víricos. En general, se acepta que los cuadros víricos
son autolimitados, y sólo cuando se prolongan más de
10 días se considera q u e estamos ante un cuadro bacteriano.
5. En los cuadros graves, caracterizados por la presencia de rinorrea
purulenta franca,fiebre o gran afectación del estado general
que se prolonga durante 3-4 días, la antibioticoterapia se impone,
sin esperar a los 10 días ni al desarrollo de complicaciones.
En el tratamiento también pueden desempeñar un papel
destacado las duchas nasales y los corticoides tópicos, que
favorecerían el drenaje sinusal. El papel de los vasoconstrictores
está en duda por su efecto rebote, que se produce antes de
la resolución del cuadro.
6. Hay q u e pensar en la presencia de complicaciones en caso
de fiebre no relacionada con un cuadro catarral (varios días) o
cuando el dolor no se controla con analgésicos habituales, así
como en caso de visión doble, flemón palpebral o disminución
del estado de conciencia. La tomografía computarizada (TC) es
fundamental para el diagnóstico, debiendo realizarse con contraste
para la correcta valoración de complicaciones intracraneales.
Las más habituales son las complicaciones orbitarias,
más freuentes en niños. Las más temibles son las centrales,que
son más frecuentes en adolescentes. Su tratamiento se basa en
la administración de antibióticos intravenosos y la realización
de drenajes quirúrgicos .
7. El tratamiento antibiótico se debe basar en la microbiología
de la sinusitis (Streptococcus pneumoniae, Moraxella catarrhal’ts
y Haemophilus influenzae), así como en las resistencias locales.
Existen guías nacionales y de otros países que debaten y proponen
tratamientos en función de las resistencias concretas.
El tratamiento debe prolongarse al menos 10 días.
8. La persistencia de las manifestaciones clínicas obliga a cambiar
de antibiótico o a reevaluar al paciente. Con frecuencia la TC
es útil, en especial si se produce agravamiento y si no se ha realizado
previamente. Deben buscarse otras causas, como fibrosis
quística, inmunodefienciencias (especialmente en niños), alteraciones
anatómicas, mucoceles y osteomas localizados en el
complejo osteomeatal o alergias.
9. Cuando el cuadro se estanca, sin evolución favorable, se puede
considerar la punción diameática, que permitirá obtener
material para estudio microbiológico.

TRAUMATISMOS NASALES

Los traumatismos nasales constituyen un importante motivo
de consulta por su elevada frecuencia. Entre los agentes etiológicos
destacan las agresiones y los accidentes deportivos,
laborales y de tráfico. De forma general se clasifican como simples
(sólo afectan a la nariz) o complejos (afectan a estructuras
vecinas), distinción importante por la mayor morbilidad asociada
al manejo de estas últimas.
1. La evaluación debe iniciarse con una cuidadosa historia clínica,
dirigiendo el interrogatorio hacia la búsqueda del agente
causal, dirección del traumatismo, traumatismos previos, obstrucción
y deformidad nasal. En el paciente politraumatizado
es prioritario valorar las lesiones asociadas (permeabilidad de
la vía aérea, hemostasia, otras fracturas, etc.).
2. El examen externo incluye la inspección frontal y de perfil
(heridas y desviaciones), así como la palpación (deformidad,
crepitaciones, tumefacción, dolor selectivo, resalte óseo). El
examen interno con espéculo descartará laceraciones de
mucosa, fracturas, luxaciones y hematoma septal.
3. La realización de exámenes radiológicos en fracturas simples
es controvertida, dado el elevado número de falsos positivos
y falsos negativos. El interés es médico-legal, y sólo es de
utilidad en caso de fracturas complejas (politraumatismos).
4. Las laceraciones de la piel se tratan mediante limpieza,
extracción de posibles cuerpos extraños, desbridamiento y
aproximación de bordes con sutura fina. La presencia de cartílago
o hueso expuesto, así como las heridas por mordedura,
obligan al uso de antibióticos.
5. Las laceraciones de mucosa se suturarán si es posible. El cartílago
septal expuesto no es un problema siempre que la
mucosa contralateral permanezca indemne.
6. Es prioritario detectar y tratar precozmente el hematoma
septal para evitar posteriores fibrosis o necrosis del tabique.
Debe drenarse siempre mediante incisión, con posterior taponamiento
y cobertura antibiótica.
7. La posición del tabique se corregirá mediante tracción hacia
el sentido contrario del traumatismo y contención con taponamiento
y antibióticos.
8. La reducción de la fractura se realiza en el momento si se ve
clara la deformidad y si la historia indica que es aguda. Si hay
edema importante se diferirá a los 5-7 días, realizándose la
misma técnica. Si no fuera posible reducir la fractura en los primeros
15 días se efectuará, pasados 6 meses, una rinoplastia o
una septorrinoplastia.
Se usará anestesia local siempre que el paciente lo permita,
reservando la anestesia general para fracturas abiertas, muy
aparatosas y en los niños.
Los fragmentos lateralizados se reducen por compresión
digital, y los hundimientos, mediante impulsión desde la fosa
nasal hacia el exterior con un instrumento romo (p.ej., mango de
bisturí) y posterior contención con férula o yeso durante 7 días.
En niños las fracturas suelen ser en tallo verde. Es más frecuente
la luxación de tabique, pudiendo afectar a los núcleos
osteocartilaginosos de crecimiento, provocando gran deformidad.
La tendencia actual es aceptar una cirugía conservadora
en niños con importante obstrucción nasal y/o deformidad.

CUERPOS EXTRAÑOS NASALES

1. Los cuerpos extraños nasales son frecuentes en niños y
pacientes psiquiátricos, y son factores de riesgo los traumatismos,
la cirugía previa, la escasa higiene (animados) y la insuficiencia
velopalatina (posterior).
Los cuerpos extraños pueden ser animados (zonas con
poca higiene), vegetales, minerales, yatrogénicos (gasa, catéter)
o rinolitos (cuerpo extraño de larga duración cuyo núcleo
se rodea de sales calcicas y magnésicas). Las pilas de botón
(mercurio) provocan cambios graves en la mucosa nasal, con
quemaduras graves, necrosis y secuelas graves como perforación
septal, adherencias o estenosis.
2. El propio paciente puede referir la introducción del cuerpo
extraño nasal, obstrucción nasal, epistaxis de repetición, rinorrea
mucopurulenta, sanguinolenta o fétida,y cacosmia.La sospecha
es alta si esta sintomatología es unilateral.
3. Si la introducción es reciente la revelación del cuerpo extraño
suele ser fácil, pero, transcurridos varios días tras la introducción,
el edema reactivo puede dificultar su visualización.
Ante todo es muy útil la limpieza de la fosa nasal (aspiración
o por el propio paciente) con solución anestésica-vasoconstrictora.
Se puede realizar rinoscopia anterior o, mejor,
endoscopia nasal.
Las localizaciones, por orden de frecuencia, son: meato
inferior, entre cornete medio y tabique, cabeza de cornete
medio y arista nasal. Si fracasa el intento de extracción, el cuerpo
extraño suele estar situado en el meato medio.
4. En general, las pruebas complementarias son poco útiles,
siendo la más usada la tomografía computarizada (TC). Pueden
realizarse cuando existe obstrucción nasal y rinorrea purulenta
episódica ante la sospecha de otro diagnóstico (sinusitis odontógena,
tumor, etc.). El rinolito es radiopaco.
5. Ante un paciente que no presenta factores de riesgo hay
que establecer el diagnóstico diferencial con la sinusitis odontógena,
un tumor benigno o maligno sobreinfectado, la sinusitis
fúngica y la atresia coanal unilateral.
6. Es muy útil, igual que en la exploración, utilizar una solución
anestésica-vasoconstrictora para la extracción. Es preferible la
anestesia local, para recurrir a anestesia general si hay sangrado
a mínimo contacto, poca colaboración del paciente (niño,
paciente psiquiátrico), o el cuerpo extraño está muy encajado
o situado en zona posterior.
Se debe utilizar un instrumento acodado (gancho abotonado),
pasarlo por detrás del cuerpo extraño y extraerlo. El uso
de la pinza suele ser nefasto, ya que se corre el peligro de que
el cuerpo extraño resbale. Está completamente contraindicada
si se trata de una pila, por el riesgo de fragmentarla. La aspiración
sólo debe usarse en caso de cuerpo esférico que obture
completamente el aspirador. No hay que efectuar la extracción
en decúbito.
Tras la extracción puede indicarse antibioticoterapia en
caso de supuración, con lavado de fosa nasal, cauterización con
nitrato de plata del tejido de granulación y láminas de silicona
para evitar sinequias, todo ello opcional.
Se considera urgencia médica cuando el cuerpo extraño
desprende sustancias corrosivas (pilas de botón) o cuando su
localización es muy posterior y se corre el riesgo de migración
a la vía aérea o el esófago.